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La expedición de Alex Txikon y Simone Moro entra en un periodo decisivo. Tienen intención de alcanzar la cumbre si el pronóstico del tiempo se mantiene y los planes no se ven alterados. Y es que, antes de salir en marcha el pasado domingo 14, el viento comenzó a soplar con mucha fuerza (a 70km/h en el lugar del que partían, a unos 6.750 metros, y a más de 100km/h en cumbre) desde la mañana, así que decidieron darse media vuelta y esperar una nueva ventana de buen tiempo para volver a por todas.

“Están siendo unos días muy duros e intensos, en ocasiones arriesgando más de la cuenta, pero a la vez muy gratificantes. Nos estamos pegando una paliza tremenda contra la montaña pero estamos disfrutando mucho. Tenemos el ánimo muy alto porque cada vez vemos más cerca la cumbre. Vamos a esperar una nueva oportunidad para atacar de nuevo. En esta ocasión, aunque queríamos intentarlo, no ha sido posible”, explica el alpinista vasco.

No está siendo un trabajo sencillo, pero desde K35 apoyamos en todo lo posible peleando con las limitaciones que supone la distancia y entornos tan extremos para que la tecnología sume en su camino para conquistar la cumbre.

Aunque las condiciones sean buenas y parezca que todo va sobre ruedas, nunca se sabe cuando va a llegar el siguiente imprevisto, a veces con consecuencias muy graves. En K35 siempre hemos intentado transmitir a nuestros clientes la importancia de estar prevenidos, la comodidad y la tranquilidad de tener una infraestructura sólida, sin fisuras, que les permita llegar a lo más alto sin perderlo todo por el camino, con un apoyo constante por nuestra parte. Para eso, y al igual que Txikon, es imprescindible tener la capacidad y la valentía de adaptarse a lo nuevo, cuestionar lo establecido y optar por soluciones robustas y de confianza.